domingo, 17 de enero de 2010

LA TIERRA SE COME LAS CASAS

En esta ocasión no voy a hacer comentario alguno por mi parte. Me voy a limitar a reproducir lla información que publica el diario IDEAL de hoy día 17 enero de 2oo9.
Sin embargo antes de reproducir la información, voy a poner unas fotos que saqué ayer dia 15 por la tarde, mientras dos enormes máquinas con sus palas, trataban de retirar la tierra y los grandes pedruscos que se han movido, para evitar lo que podía haber sido una desgracia si no se actúa a tiempo.

Mientras cuatro camiones dan viajes durante diez horas al día, transportando la tierra a otro lugar.


Lo que podía haber sido una desgracia, ha quedado solo en un susto.
Ahora falta que las autoridades estatales, autonómicas y provinciales, tomen cartas en el asunto y se hagan cargo a la mayor brevedad posible de estos trabajos que pueden prolongarse durante bastantes días y de los gastos, ya que el Ayuntamiento se ha gastado todo el presupuesto en limpiar caminos, la carretera junto al puente y todo esto desde noviembre que comenzaron las tormentas y a desbordarse el río un día sí y otro también.

Creo que sería el momento de que de una vez por todas Confederación, organismo competente y responsable de la limpieza y cuidado del río, lleve a cabo esta labor que tiene pendiente desde hace más de 30 años.

Y que los afectados por las riadas, hagan sus correspondientes RECLAMACIONES a los organismos competentes, solicitando ayudas para paliar los que le ha ocasionado estas riadas.

============================================

Provincia-Granada
La tierra se 'come' las casas en Benalúa (Granada)
17.01.10 - 01:38 -
JAVIER F. BARRERA
GRANADA.

Un talud de tierra mantiene en vilo a los vecinos de las Eras de Benalúa las Villas
Las lluvias han podido con media loma de tierra, olivos e higueras que nunca en medio siglo se había movido de su sitio y ahora amenaza las viviendas

Los operarios llevan desde el jueves sacando tierra para que el barrio de las Eras pueda dormir con tranquilidad

Filomena y su familia viven de la tierra y casi mueren con ella. «Todo el dinero que entra en este casa viene de los olivos. La aceituna ha pagado esta casa y ahora ha estado a punto de llevársela con nosotros dentro». A Filomena Cano se le ha caído la tierra encima, la casa y la vida y también se le caen las lágrimas cada vez que lo cuenta. La misma tierra que les da la vida con sus olivos también les ha podido dar la muerte. Filomena enseña su casa, las grietas y las vigas de acero y los tabiques de hormigón armado que le han salvado la vida a ella y a los suyos. Reza y no para y pone cirios y arde velas a 'San Hormigón', que bajo la forma de una cítara doble rellena de este material ha sido capaz de contener el desprendimiento de media loma de tierra, olivos e higueras que ha reventado el tabique de contención pero que les ha salvado las vidas al permanecer en su sitio. No le queda claro a Filomena si tiene que darle gracias a Dios porque «me hace demasiado caso y nos ha salvado a todos»; o si debe desconfiar del cielo «porque por mucho que he rezado mira tú lo que nos ha pasado. Nos hemos quedado si nada». Pero Filomena se sorbe los mocos, se seca las lágrimas y reconoce que mejor quedarse con lo primero, que «Dios nos ayuda y salva (...) teniendo en cuenta lo que está que pasando por ahí», en clara referencia al desastre que sufre Haití y a las imágenes entre escabrosas y espeluznantes que vomitan las televisiones estos días desde un Caribe que no sirve para veranear.
Filomena sube por las escaleras hasta la primera planta y enseña, totalmente apuntalado como si fuera un dosel, su cama de matrimonio y la de su hija pequeña, cubierta por ositos de peluche. La imagen es terrible. Paredes cuarteadas, que milagrosamente han aguantado, reventadas por el empuje de la tierra... tierra y ese olor a humedad más peligroso que el de la mismísima pólvora. Testigos mudos, silenciosos, quedan por el pasillo la hilera de cuadritos que decoran las paredes. Son siete. Los siete están torcidos por el arreón que les ha metido la tierra. Filomena tiene afuera nuevos vecinos con forma de 'Transformers': gigantescos camiones con volquete y palas excavadoras con pies de oruga que cimbrean talud arriba y abajo para descorcharlo cual botella de champán para que pierda fuerza y deje de moverse y se quede al menos otros cincuenta años 'quietoparao', como hasta ahora. Felipe 'El Cuevas' y Antonio Jiménez de Campotéjar conducen el camión el primero y opera la pala excavadora el segundo. Fueron avisados a las diez de la mañana del pasado jueves y a las once ya estaban a la faena. Echan diez horas al día y cada hora se llenan a razón de a siete paletadas cada volquete una media de tres camiones a la hora. Y tienen cuatro para que mientas unos van otros vengan. Eso son muchas paletadas de tierra caída, tantas que son las que permiten que se haya salvado todo el barrio de las Eras. Porque si algo ha acordado el 'parlamento' de barrio reunido en torno a las máquinas es que «si tienes muro de contención bien hecho y bien relleno de hormigón armado, te salvas siempre». La segunda enmienda consensuada es que «se ha actuado con diligencia total, porque si no llegan a retirar toda la tierra que han retirado y de forma tan rápida los muros hubieran aguantado pero la tierra hubiera librado la contención por encima, como si fuera una ola, y hubiera llegado hasta los patios traseros de las viviendas de la segunda fila. Y entonces, vete a saber qué hubiera pasado», explica Antonio Pozo,'El Ordóñez, «que aquí en Benalúa somos nueve los que nos llamamos Antonio Pozo». María Angustias Cámara (PP) alcaldesa del municipio; y María José, la perito municipal, se han ganado sus sueldos. «Ahora, hay que pagar estos gastos. Mañana, nos esperan en la Subdelegación»


Recordar para el que no lo sepa, que el río se viene saliendo de su cauce desde el Cortijo de Andar hasta la cabecera del embalse de Colomera, y ha arrasado vegas y olivares, arrastrando a su paso troncos de árboles, ramajes y todo lo que ha encontrado a su paso.











No hay comentarios:

Publicar un comentario