sábado, 12 de diciembre de 2009

NUEVO ACTO DE VANDALISMO

Ha sido en la noche del viernes al sábado 13 de Diciembre.

Y en esta ocasión ha sido en una vivienda privada concreta mente la puerta de entrada a la pequeña tienda de Miguel Gálvez, en la Calle Madrid frente a la sucursal de CajaGranada. Esta mañana con tan sólo 2 o 3 grados de temperatura, veía a Miguel y a su esposa intentando con un cartón tapar ese agujero que ven en la fotografía hasta que puedan reponer de nuevo el cristal completo de la puerta. Y todo, porque ha habido unas personas -si se les puede llamar personas, porque los animales no lo harían-; pues como digo, esas personas no han tenido otro entretenimiento que ir a la casa de un vecino y destrozarle su puerta.
La primera pregunta que se me ocurre es:

- ¿Porqué no lo han hecho a su casa o a la casa de su abuela, por ejemplo?

Otras muchas preguntas nos podríamos hacer y que seguro van a quedar sin respuesta:

- ¿Qué placer le sacan al destrozo de una farola, a un árbol, a una fuente y en este caso a la puerta de una casa privada? Una puerta de un vecino -que bien podría ser de los padres, tíos o abuelos del gamberro o gamberros que lo han hecho-, ¿por qué no?

- ¿Se atreverían a invitar a sus amigos de otros lugares a visitar el pueblo que ellos mismos destrozan? ¿Qué les dirían esos amigos visitantes? Porque quizás lo primero que les preguntarían es que quien es el "indeseable gamberro" que comete tal salvajada contra los intereses de su propio pueblo?

- ¿Saben estos gamberros que están deteriorando el lugar que ellos mismos tienen para vivir, pasear y disfrutar?

- ¿Saben que esos destrozos los pagan sus padres con los impuestos?

Después de estas preguntas, sin respuestas, cabe la esperanza de que las nuevas generaciones, de esos niños y niñas más pequeños que ahora "sufren" cuando ven su parque destrozado; cuando sean mayores, recuerden estos actos vandálicos de sus vecinos que a veces pueden ser sus propios hermanos y que ellos no los cometan.

Entonces el pueblo prosperará, estará más bonito, será más agradable la estancia en él y el dinero que se gasta en reponer lo que rompen, se invertirá en parques, polideportivos, actividades culturales recreativas y deportivas, etc. etc.

Hoy internet es muy visitado por los jóvenes. Si alguno de los que cometen estos actos o está presente cuando otros los realizan, debería pensárselo muy bien.

Y sería muy interesante que igual de valientes que son para hacerlo o estar riéndole la gracia al que lo hace, fueran y lo denunciaran.

Aunque me contentaría con que a partir de ahora, simplemente una cosa: QUE NO LO HAGA MÁS.

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